Reflejos primitivos

La actividad motora del feto depende de los reflejos primitivos. Son movimientos estereotipados controlados por el cerebro. Estos se desarrollan durante diferentes etapas del embarazo y tienen que ser inhibidos e integrados con los patrones de movimiento de los bebés. Son respuestas automáticas, que si se mantienen más allá de la etapa que les corresponde, evidencian una inmadurez en el desarrollo del sistema nervioso central. Estos reflejos activos cada vez que se estimulan provocan una reacción involuntaria que impide un funcionamiento correcto del SNC. Si no se integran, pueden causar trastornos en el movimiento, incapacidad de mantener una postura cómodamente durante un cierto tiempo, movimiento constante, torpeza motora, respuestas exageradas a estímulos ambientales, cansancio frecuente, problemas de comportamiento derivados de su inquietud motora, déficit de atención y mala integración visuo-motora.